La gota que rebalsó el vaso

martes, 3 de noviembre de 2009

Quiero que entienda quien me conozca, que no es de orgullosa ni menos de rencorosa. Es de tener un poco de dignidad. Ese vaso se fue llenando de traiciones, gota a gota. De palabras dichas por hacerse el señor interesante, de estupideces, pendejadas... hace dos semanas calló la penúltima gota, y hace unos días, la gota, vá que gota? la tormenta que rebalsó el vaso. Soporté bastante, siempre era la que después de cualquier cosa volvía y perdonaba, "aqui no ha pasado nada". Es asi, y no me sorprende, ya nada de nadie.
Las palabras se dicen por algo, no son lanzadas al aire porque si, y después que la gente lanza tanta palabrota, tanta ofensa sobre alguien? donde se las mete? que a la semana ese "animal bastardo"( por no decir la palabra exacta que salio de esa boca, porque no se lo diré ni a ella ni a nadie, no me corresponde carbonear)... ese animal? se convierte en ¿amiga?... por muy poco que signifiquen las palabras para alguien, para mi si significan.

Ahora el vaso se rompió y ni tu pegamento mas efectivo ni todos los llantos del mundo lo harán cambiar. Ni siquiera un pegamento con el nombre de madurez.

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