
Quiero que entienda quien me conozca, que no es de orgullosa ni menos de rencorosa. Es de tener un poco de dignidad. Ese vaso se fue llenando de traiciones, gota a gota. De palabras dichas por hacerse el señor interesante, de estupideces, pendejadas... hace dos semanas calló la penúltima gota, y hace unos días, la gota, vá que gota? la tormenta que rebalsó el vaso. Soporté bastante, siempre era la que después de cualquier cosa volvía y perdonaba, "aqui no ha pasado nada". Es asi, y no me sorprende, ya nada de nadie.
Las palabras se dicen por algo, no son lanzadas al aire porque si, y después que la gente lanza tanta palabrota, tanta ofensa sobre alguien? donde se las mete? que a la semana ese "animal bastardo"( por no decir la palabra exacta que salio de esa boca, porque no se lo diré ni a ella ni a nadie, no me corresponde carbonear)... ese animal? se convierte en ¿amiga?... por muy poco que signifiquen las palabras para alguien, para mi si significan.
Ahora el vaso se rompió y ni tu pegamento mas efectivo ni todos los llantos del mundo lo harán cambiar. Ni siquiera un pegamento con el nombre de madurez.
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